Viajar..."On road"

Viajar... viajar en cuatro ruedas... hacer turismo por la carretera, atravesar regiones completas viajando, para muchos puede ser un suplicio, sobre todo si su trabajo consiste en aquello, pero para la mayoría sedentaria, oficinista y citadina creo que es un agrado de vez en cuando.

Vislumbrar paisajes abiertos, limpios, sin que en tu mirada, en tu paneo visual se te cruce un bloque gigante de cemento llamado edificio, postes de electricidad o simplemente un fulano que te diga, "permiso", si es que no te da un empujón. Esa claridad visual, ese horizonte visto en toda su magnitud en el que sólo se te cruzan montañas a lo lejos, lagunas, hectáreas de viñedos o plantaciones, animales de campo pastando, y claro, esa autopista que nunca se acaba.

Ese viaje es apacible, mágico, más aún si la compañia es agradable y hay temas de conversación y mejor aún si se viaja escuchando buena música, música ad-hoc, proque tampoco es necesario conversar duranto todo el trayecto... hay momentos de necesarios silencios y reflexiones que te hacen valorar mucho más los momentos, y qué mejor que con música o canciones "on-road", esas típicas canciones de carretera, de autopista, que envuelven tu mente y tus sentidos en un viaje y te hacen ver el camino inacabable en el horizonte no como una barrera, sino como una oportunidad de pensar y de senderos e instancias por descubrir, por viajar.

Esa magia "ambiental" que producen todos estos factores naturales que se intersectan es lo que nos hace falta más seguido. Debería haber una regla, un especie de proyecto de ley, que permita a cada ciudadano el derecho de hacer estos viajes por lo menos una vez al mes para así desestresarse del mundo inmediastista y tecnológico en que nos sumergimos a diario.

Una buena conversación, un agradable entorno musical y visual, una expansión de los sentidos, un bendito viaje "on-road" es el que necesitamos de vez en cuando, cuando el mundo y la vida ya nos tiene y mantiene achatados, aplastados por su trajin y cotidianidad. Ese placentero y enriquecedor viaje lo acabo de tener ayer con mi viejo, y realmente, fue un agrado.